Lo chabacano y lo vulgar es una degeneración de lo popular. Lo popular es un nivel de comunicación creadora, factor constituyente de la cultura progresista de una nación.
Todos los elementos creadores de una cultura identifican el perfil nacional de una comunidad.
Lo vulgar es la no consideración y admisión del otro, es lo carente de rigor y superación, es el atropello a los demás como mugre y miseria humana que siempre requiere compañía de lo malo.
La cultura es abarcadora y es además de las artes el modo de vida prevaleciente de una sociedad que refleja las costumbres, las tradiciones, la música , las danzas o bailes, la literatura , los hábitos alimenticios , la culinaria, así como las diversas formas de vivir y amar, la oralidad, en suma, el patrimonio todo, tangible e intangible. Ella no comulga con lo vulgar.
Es el momento de aunar esfuerzos y unir voluntades en pos de una mejor comunicación que preserve el lenguaje y nos obligue a decir correctamente lo que tenemos que decir sin atropellar o agraviar el idioma castellano.
Estoy altamente convencido que entre los dominicanos hay tanta reserva morales, gente buena y capaces, dispuestas a preservar la decencia y el uso optimo del lenguaje.
El país que queremos los buenos dominicanos no debe ser nunca un escenario vulgar, sino un espacio libre donde la creación y el reino hermoso de la palabra sea el norte a seguir.
El problema del respeto y la moral consiste en hacer que la gente de esta civilización sea tan digno y tan bueno, tan racional y tan consciente como la íntima correlación de la razón con la conciencia y de la conciencia con el bien, resulta que debe ser y puede ser hoy un reto para los buenos dominicanos.
Entonces prediquemos con el ejemplo.
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