La caricatura ha sido desde el comienzo de la historia un tipo de representación exagerada, distorsionada de la apariencia física de un personaje reconocible, para crear un parecido fácilmente identificable, con el fin de poder trasmitir un mensaje, una idea, la mayoría de veces con un carácter humorístico o sarcástico sobre una cuestión determinada.
Su técnica usual se basa en recoger los rasgos más marcados de una persona (labios, cejas, etc.) y exagerarlos para causar comicidad o para representar un defecto moral a través de la deformación de los rasgos.
La caricatura política nace propiamente en Francia, tras las ilustraciones alusivas a temas controvertidos y de personajes como Napoleón III y Luis Felipe, que ponían en tela de juicio su credibilidad ante la opinión pública. La caricatura política es desde entonces un sistema de lucha dirigido con virulencia contra personajes de la vida pública, con el ánimo de ridiculizarlos para resaltar sus errores.
Así como desnudar las características de la dependencia que sufren nuestros pueblos y producir una reanimación en la gente al mostrarle las ridiculeces de los opresores. Porque ya se sabe que la literatura (caricatura) satírica se hace necesaria su aparición en un ambiente de caos, represión, dictadura política y disolución moral.
Porque la caricatura es algo serio, José Mercader asume todos los pasados reseñándonos que el humor, la ironía vital en el diseño gráfico siempre han sido armas eficaces de los pueblos, que se resisten a ser sojuzgados.
La sátira política es un subgénero, dentro del más amplio de la sátira, que se especializa en denunciar a partir de la política, los políticos y los asuntos públicos. Con el objetivo de crear conciencia crítica en los diferentes sectores sociales.
Es justo significar que en nuestro país, esta vertiente de la caricatura critica ha sido expresada muy ejemplarmete, junto a José Mercader, por el destacando caricaturista, Roger Estevez Montas y en el lapso que va de los últimos años es, sin duda, Harold Priego, plasmado, su arte todos, en los periódicos nacionales y uno que otro esfuerzo de publicación privada.
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