El caro, respetado y entrañable amigo Fernando Arturo Echevarria Acosta nació en Santo Domingo, República Dominicana, el 14 de agosto del año 1953 y es hijo de la doctora Isabel Acosta y del inolvidable músico, compositor, humorista y productor de programas de televisión, Babín Echevarria, fallecido en el año 2004. de quien extrajo de sus genes posiblemente sus cualidades de artista exitoso.
Fernando, tiene una amplia carrera de forma permanente en la industria musical, destacándose por la calidad de sus composiciones las cuales forman parte de la historia más reciente de la música dominicana y de nuestra identidad afro antillana.
Se le atribuye ser el iniciador de uno gran movimiento que sembró las pautas para que amplios sectores incipientes de la comunidad artística participara en el proceso creativo de hacer música popular de contenido versátil, creando nuevas melodías, nuevas temáticas y una lírica completamente diferente.
Por su calidad, por la naturaleza de sus trabajos, esta pagina “Animación Socio Cultural : José fco. Jimenez” se ennoblece y lanza un alarido de jubilo en su impulso primario, indefectible ,vencedor, de la cultura como sabio usufructo del ímpetu natural.
Pedirle a Fernando Echevarria, poeta popular nacional sentirse cuerpo extraño en la carne propia, es como decir que el pueblo dominicano carece de alegría, a sabiendas de que somos un pueblo que ríe, canta y baila sus penas y alegrías.
Cuando coincide su obra con nuestro sentido vital, cuando la adecuación entre nuestra exaltada intimidad y el canto que se nos da es absoluta, entonces declaramos nuevo al poeta, en su oficio de cantautor entre viva y gritos alegres.
Hemos ido de manos a sus canciones, limpios de retórica con ese humilde esperar en la cotidianidad del tiempo y en cada texto literario palpamos la esquina huidiza del inesperado barrio o vecindad.
Lo romántico lo instaló en un plano propio, no más alto, no más bajo, que el de interrogaciones magnas. Pienso que posee mayor significado, mejor poder, cuanto más libertado esté del imperativo del estilo y la historia.
Este hombre genial que estamos evocando, por su brillante quilate de artista creador con o sin historias, con la verdad violenta, desorbitada y eficaz, de toda exageración, pudiéramos decir que Fernandito no tiene nada de los otros y que los otros artistas de su tiempo tienen posiblemente un poco de él.
Ya sabemos a costa de que torceduras y sacrificios ha tenido que superar para ser leal a la voz de la sangre, la conciencia y el gran poder de Dios.
Su vida y sus temas nos han llenado de orgullo a todos los dominicanos, pues han sido grandes sus éxitos en la patria chica y en otros lares.
No hay comentarios:
Publicar un comentario