Cuando John F. Kennedy tomó posesión como Presidente de los Estados Unidos los planes de la CIA para derrocar a Trujillo ya estaban en marcha. A pesar de eso, el Presidente Kennedy envió al diplomático Robert D. Murphy para que se entrevistara con Trujillo y lo persuadiera a que se retirase pacíficamente del poder. Murphy llegó a Santo Domingo el sábado 15 de abril de 1961: sería el cuarto y último emisario del gobierno estadounidense que trataba de convencer al dictador para que se retirara por las buenas, pero Trujillo seguía firme en su posición: “¡A mí sólo me sacan en camilla!.”
Aunque el gobierno de los Estados Unidos inicialmente ofreció su apoyo en armas y logística a quienes buscaban poner fin a la dictadura, luego decidió retirar dicha oferta, lo que ocasionó que los organizadores del golpe siguieran solos.
El martes 30 de mayo de 1961 en la carretera Santo Domingo - San Cristóbal, el automóvil en el que viajaba Trujillo, es ametrallado en una emboscada, recibiendo más de 60 impactos de balas de diversos calibres, de los cuales siete dieron en su cuerpo causándole la muerte.
Varias horas después de su muerte, su hijo Rafael Leónidas Trujillo Martínez, Ramfis, quien se encontraba en París, alquiló un avión y regresó a Santo Domingo en las primeras horas del miércoles 31 de mayo, poniéndose de inmediato al frente de la situación y convirtiéndose en el hombre fuerte del país aunque el vicepresidente Joaquín Balaguer supuestamente había asumido la presidencia de la República.
El Servicio de Inteligencia Militar, y todos los servicios de seguridad del estado realizaron amplias redadas en todos los sectores de la ciudad buscando a los participantes. Si bien el plan puso fin a la vida de Trujillo, también supuso la muerte horrorosamente sádica de casi todos los involucrados, por ordenanza expresa del hijo mayor del dictador, el general Ranfis trujillo, quien tomó parte esencial en aquellos acontecimientos de tortura y muerte.
El 30 de mayo es una fecha que los dominicanos jamás podemos olvidar. El 30 de mayo de 1961 marcó el inicio de una serie de cambios que aún están en proceso.
Para alegría de la inmensa mayoría del pueblo dominicano que inicialmente reaccionó con cautela a la noticia, en esa noche un grupo de valientes hombres puso fin a los abusos del tirano Rafael Leónidas Trujillo Molina, que mantuvo a República Dominicana bajo su yugo por más de 30 años.
La Era de Trujillo dejó un legado de excesos, abusos y represión.
Todo lo sucedido desde el ajusticiamiento de Trujillo ha formado la base de la democracia que hoy vivimos. No será perfecta, pero va en constante mejora y definición. Sin la acción de Antonio de la Maza, Luis Amiama Tió, Amado García Guerrero, Antonio Imbert Barrera, Salvador Estrella Sahdalá, Roberto Pastoriza, Manuel (Tunti) Cáceres Michel, Huáscar Tejeda, Pedro Livio Cedeño y Juan Tomás Díaz este proceso no hubiera sido posible.Uno a uno, con la excepción de Imbert Barrera y Amiama Tió, los autores del ajusticiamiento de Trujillo fueron asesinados y torturados.
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