martes, 7 de agosto de 2007

MI HOMENAJE A JUAN PABLO DUARTE

Señores y Señoras, Distinguidas Personalidades, Amigos todos.
Con estos primeros versos del poeta nacional Pedro Mir, inicio mis palabras de agradecimientos y homenaje a nuestro Decano de la democracia Juan Pablo Duarte, que nos dio la patria de la nada. Esos 48 mil kilómetros cuadrado de nombre.

“Hay un país en el mundo colocado en el mismo trayecto del sol

oriundo de la noche
colocado en un inverosímil archipiélago
de azúcar y alcohol”.

Entonces “ si alguien quiere saber cual es mi patria

No la busque

No pregunte por ella

Siga el rastro goteante por el mapa
Y su efigie de patas imperfectas
No pregunte si viene del roció
O si tiene espirales en las piernas
O si tiene sabor ultramarino
O si el clima le huele en primavera
No la busque ni alargue sus papilas,
No pregunte por ella”.
A los países les nacen hijos que sobresalen por su trabajo y por su talento, y les nacen otros que llevan en si todas las virtudes y nobles ansias de sus pueblos. En tiempo decisivos de su historia, todas las patrias han dado hombres que se han puesto al frente de sus pueblos en su lucha por la independencia y libertad.

Republica Dominicana es un país pequeño en extensión, y allí nació un hombre cuya vida es conmovedor ejemplo de sacrificio y heroísmo. Uno de los hombres más nobles, valerosos y sabios que haya existido.
Ese es Juan Pablo Duarte, padre de la patria.
Por la independencia y libertad luchó y consagró su vida. Para todos los dominicanos ha de ser orgullo de nuestra tierra, ese hijo de América que por sus virtudes, por su ejemplo conmovedor, puede ser para todos los hombres del mundo el más noble espejo y el guía más puro .
En la humanidad existen seres humanos que son capaces de trascender la muerte física y mantener la vigencia cotidiana de sus pensamientos y acciones como pautas de conductas para los que diariamente claudican o dan su brazo a torcer en la construcción de un futuro más promisorio y más humano.
Son hombres que su acción y sus ideas hablan por ellos aunque no estén con vida. Son hombres que aprendieron a vivir por la vida y que aun después de muertos son esperanzas de futuro y de alegría.
Quien logra traspasar la muerte y mantiene la vida cuando desciende al sepulcro es aquel que ha entendido y asumido la lucha por el bienestar de la humanidad como una tarea individual para el bienestar de la colectividad social .
En ese sentido, no importa morir cuando se nace. Lo importante es nacer cuando se muere, hacer comprender que lo significativo es que la muerte sea la continuación real de nuestras vidas.
Juan pablo, tu sabe que yo se, que quien muere por el futuro y la justicia traspasa los estrechos linderos de la muerte física, para vivir eternamente en la acción de todas las generaciones que continúan trillando el camino por ti iniciado. Eres el mejor ejemplo.
Amigos todos, es importante significar que Juan Pablo Duarte, superó la muerte porque su vida estuvo impregnada de una profunda razón de futuro, de alegría y de esperanzas para el dominicano, que siente un amor fiero y santo y que jamás le ha faltado la fé en el porvenir de esta tierra inolvidable.
Juan Pablo Duarte, el más noble de todos los dominicanos, padre de la patria , decía : “vivir sin patria es lo mismo que vivir sin honor.”
De ahí que fue un permanente militante de lo que entendía eran las mejores causas. No vaciló nunca en aportar todo su esfuerzo y pasión para defender sus ideas y proyectarlas.
No tener patria es como no tener identidad más allá de los mares y las fronteras. Es no tener cantos heroicos que entonar, ni memorias históricas , ni tradiciones .
La patria es el terruño querido, es la casa grande que nos ha visto crecer. Es donde aprendemos nuestra cultura y nuestra lengua y donde se han dado nuestros sueños más altos, nuestras penas y alegrías.
El orgullo patrio es el amor por los recuerdos y factores que nos identifican, orgullo por nuestras tradiciones, por nuestro folclor, en suma: por nuestras raíces.
Es por ello Juan Pablo que hoy reconozco que tan sólo la rosa es idéntica a tu nombre .

Entonces : “Después no quiero más que paz

Un nido de constructiva paz en cada palma

Y quizás, a propósito del alma el enjambre
de besos y el olvido”.
Gracias.
Los versos que están calzados con comillas, son del poeta nacional Pedro Mir.

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