La declamación aplicada a la escena, precisa del dominio de los giros del cuerpo y los movimientos de los brazos, cabeza.etc. , de lo contrario al instante se advertiría un desempeño embarazoso y torpe, es decir, que los movimientos escénicos y las gesticulaciones no pueden carecer de sentido, porque nuestro desplazamiento y nuestra actitud y todo el cuerpo debe ser un emisor estético.
Para llevarlo a cabo necesita dominar absolutamente sus medios de expresión.
En muchas ocasiones la voz no es suficiente para expresar a plenitud ciertos estados físicos o del alma .
Esto da lugar a que el gesto, la mímica, los ademanes y la caracterización de los hechos sean instrumentos básicos para lograr una mayor elocuencia y armonía en la expresión.
La claridad equilibrada de estos tres factores : expresión verbal, expresión plástica y continuidad de la idea,constituyen la actuación individual del declamador, actuación que se apoya en los recursos de caracterización externa : maquillaje y vestuario.
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