jueves, 19 de noviembre de 2009

UN DESAFIO POR NUESTRA INFANCIA

La familia es la principal responsable del cuidado y protección de los niños desde la infancia a la adolescencia. La introducción de los niños a la cultura, valores y las normas de su sociedad se inicia en la familia.
Para que su personalidad se desarrolle plena y armónicamente, los niños deben crecer en un ambiente familiar y en una atmósfera de alegría , amor y comprensión. Por lo tanto, todas las instituciones de la sociedad deben respetar los esfuerzos que hacen los padres y otras personas por atender y cuidar a los niños en un ambiente familiar, y dar su apoyo a esos esfuerzos.
En todos esos esfuerzos la satisfacción de las necesidades básicas de los niños debe recibir alta prioridad. Es necesario explorar todas las oportunidades posibles de velar por que en épocas de ajustes estructurales y otro tipo de restructuraciones económicas se protejan los programas que benefician a los niños y demas grupos vulnerables.
Entonces es urgente e imperioso la tarea de fomentar un presupuesto público en el que los niños, niñas y adolescentes puedan ser realmente ‘visibles’. Esto es, en el esfuerzo de fomentar un presupuesto.
Esto es, en el esfuerzo de fomentar un presupuesto importante y significativo y, al mismo tiempo, de evaluar el éxito de los proyectos y programas focalizados (tanto en términos del porcentaje de ejecución del gasto social como en términos de mejora de los indicadores básicos en salud, saneamiento, educación, nutrición, justicia y bienestar).
También es necesario que el Estado y la sociedad civil, como condición básica para asegurar que los recursos invertidos generen los resultados esperados: la erradicación de la pobreza pero, sobre todo, la erradicación de la pobreza en este sector de la población para que ella no se trasmita de generación en generación.
El desafió mas importante es la necesidad de rectivar el crecimiento económico y el desarrollo social del país y hacer frente en forma conjunta los dominicanos todos, al problema de la pobreza extrema y el hambre que sigue afectando a gran parte de nuestra niñez desvalidas.

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