jueves, 27 de agosto de 2009

EN TORNO AL MEDIO TELEVISIVO EN REPUBLICA DOMINICANA

Uno de los rasgos distintivos de nuestra época es la evolución acelerada de la ciencia, así como los logros increíbles de la tecnología, ambas influyen y modifican la vida diaria de los seres humanos en todos extractos y manifestaciones.

La tecnología ayer se llamó cine, hoy se llama televisión e internet y no podemos imaginarnos que se pueda continuar recibiendo ese medio de comunicación masiva sin que descubramos o busquemos su mensaje que calladamente, sin que nos demos cuenta se deslizan y penetran en nosotros ideas y valores que conforman una ideología.
Republica Dominicana necesita hoy más que nunca de una televisión cultural de calidad, es decir, una televisión que sea capaz de decirle al país y el mundo lo diverso que somos.
Sabemos de la importancia que tiene la Televisión como escenario en el cual se representan las diversas formas de la cultura, en tanto es la pantalla el medio en el cual circulan y se recrean los deseos y anhelos de nuestros grupos sociales.
Pues la televisión, sin la necesidad de un pago extra ( la de por cable si ), sin la necesidad de movilizarse de un lugar a otro, sin que nos exija separarnos de nuestra familia, sin obligar a revisar o cambiar nuestro vestuario nos ofrece en la sala o dormitorios de nuestras casas las imágenes vivas y actuales de acontecimientos que se están produciendo en ese mismo instante.
También la mas variada programación de tele cine, espectáculos grabados etc., de influencia extranjerizante, pagando un alto precio en contenido por la dependencia de la producción extranjera.
La finalidad de este trabajo es mostrar que si uno analiza con mayor profundidad los programas televisivos de Republica Dominicana, nos encontraremos con un mundo de valores que se nos esta transmitiendo y que por no ser explícitos como los paneles políticos y comentarios de noticias, es mas difícil tener una posición selectiva frente a ellos.
La razón de esto, es que dichos valores están en un plano oculto y no se manifiestan explícitamente, que están defendiendo tal o cual cosmovisión, pues en todo proceso de comunicación que genera la televisión, tanto quienes producen los mensajes como aquellos que los reciben deben entender que siempre se esta poniendo en juego valores, visiones del mundo, en suma ideologías .
Con esto no quiero significar que los mensajes sean pura valoración o ideología, sino que existe en los mismos un nivel de mayor o menor grado, según el interés del emisor.
Además poseerá niveles estéticos, de información y de entretenimiento, pero siempre estará presente el insoslayable nivel ideológico, que es expresión de los distintos grupos sociales: económico, político y cultural que generan dichos mensajes.
Esto no tendría importancia, si fuera verdad la teoría de que la “ televisión es una entretención buena y barata “, desgraciadamente no es así. Toda la producción artística comunica algo : una percepción de la realidad mas sutil, fina y en el caso nuestro ( TV. en Republica Dominicana ) que estamos penetrado con una inmensa cantidad de enlatados extranjeros, con percepciones de una realidad muy distintas a la nuestra,comunicándonos vivencias y valores extraños a nuestra realidad y forma de vida.

Entonces es una vieja aspiración de los dominicano sensatos luchar por una televisión comprometida con el proceso de cambios a nivel nacional: una televisión educativa y cultural.

Como medio de difusión ha de servir para comunicar e integrar al pais.

Difundir el conocimiento de los problemas nacionales básicos y procurar la participación de todos los buenos dominicanos en las grandes iniciativas que demanda la macion.

Una televisión educativa y cultural

Una televisión para el aprendizaje deberá tener presentes los valores y principios que sustentan su cultura y ayudar a promover actitudes y habilidades.

La Televisión Educativa persigue objetivos muy definidos en el campo educativo, que contribuyen de manera eficaz en el proceso de enseñanza-aprendizaje.

Su interés e intención es básicamente el de educar en un sentido amplio, ofreciendo a través de la televisión una serie de contenidos inmersos en cada uno de los niveles educativos, incorporando además conocimientos, valores y habilidades.

La labor de educar o promover el aprendizaje a partir de los medios es un reto constante.

En el primer caso, la televisión educativa debe tener presente que es sólo una parte de un programa educativo más amplio, que responde a un currículum y esta validado socialmente. Mientras que en el caso de aquellos programas que apelan al aprendizaje, se deben tomar en cuenta infinidad de factores tales como: la edad del público al que van dirigidos, las habilidades, conocimientos y destrezas propias de esta edad, su cultura y su contexto o realidad inmediata, y con todos estos factores proponer programas que diviertan, propicien el aprendizaje y sean de calidad.

En ambos casos, se deben ofrecer los elementos necesarios para adoptar una postura ante la vida, de tal modo que quien sea educado o aprenda a partir de los medios tenga la capacidad de seleccionar de toda la gama de posibilidades existentes, aquellas que lejos de situarlo en la dinámica del mundo actual le de la posibilidad de elevar su espíritu a partir de la reflexión y el conocimiento.

¿ Y por qué no creer en las utopías ?

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