Nunca es más oscuro que cuando va amanecer. Los dominicanos de mi patria hemos perdido la capacidad de asombro y hasta de enojo, pues cada vez más la República Dominicana se convierte en menos habitable.
El aire que respiramos esta muy enrarecido y viciado por tanta falsedad e hipocresía de nuestra clase política y gobernante, al parecer nos quieren conducir al suicidio colectivo.
Ahora cuando se habla tanto de globalización económica, ellos prefieren la globalización de la corrupción, de la mentira y la hipocresía. No de una sociedad cimentada en valores, tales como: solidaridad, honradez, laboriosidad, democracia, responsabilidad, equidad, puntualidad, salubridad, tolerancia, libertad, paz y otros valores positivos que ayudan a una mejor convivencia, integración o interacción social.
Veamos, ante la presente crisis económica mundial, el país tiene la necesidad imperiosa de bajar sus gastos. Es deber del gobierno ejercer su liderazgo y actuar con el ejemplo poniendo en practica una verdadera política de austeridad en el Estado, pero no, el festín continua. Además el problema es que los funcionarios actúan como pequeños gobiernos, tienen sus agendas políticas propias, aspiran a cargos electivos y utilizan como plataforma las instituciones y los recursos publico como propios.
Otro de los tantos testimonios y/o aseveraciones de la gente sensata del pueblo es referente a la Suprema Corte de Justicia para que asuma con responsabilidad conocer el recurso de inconstitucionalidad que le ha sido interpuesto por un conjunto de organizaciones sociales y políticas del país, en lo concerniente al contrato de la Sun land y el Gobierno dominicano.
El presidente de la Suprema Corte de Justicia Jorge Subero Isa, ha señalado en reiteradas ocasiones que no acepta presión, claro, no presión del pueblo y sus organizaciones, pero si del Gobierno ... entonces, ya se que el poder judicial no tiene los ojos vendados, ya se que responde a intereses muy bien comprados.
De ahí que cada día se hace más evidente que la justicia dominicana carece de toda credibilidad, apesar de estar muy bien dotada de magnificas edificaciones, lujosas oficinas, grandes privilegios y muy buenos sueldos, les hace falta lo fundamental : INTEGRIDAD.
En suma: concluyo reiterando, que nunca es más oscuro que cuando va amanecer. Espero.
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