PORTLAND CÓMPLICE Y TESTIGO SILENCIOSO.
Ahora esquivando la rutina me embarga la alegría entre el verdor perenne y la niebla que abraza Portland,
crisol de inviernos acogedores y veranos efímeros donde la amistad fluye en cada encuentro en cada brindis.
Y sus calles adoquinadas guardan el eco de nuestras conversaciones, recuerdos imborrables, testigo silencioso de cálida amistad.
El tiempo en Portland no se marca en horas sino en sonrisas, eternizando los sueños compartidos bajo la lluvia y los atardeceres.
Jfjs.
Portland, Or.
Junio 2025.
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