Nació en San Pedro de Macorís el 19 de abril de 1917, cuyo nombre completo es Carmen Natalia Martínez Bonilla y falleció en Santo Domingo Murió el 6 de Enero de 1976.
El nombre de Carmen Natalia llegó a nuestros oídos cargado del prestigio que ganó por su verticalidad frente a la dictadura de Trujillo. Los grupos de poesía coreada escenificaban su Canto al soldado inminente, que así como Hay un país en el mundo, de Pedro Mir, era un grito de la poesía por la libertad.
Atrajo a toda nuestra generación que vivía una etapa de confrontación ideológica, inédita en un país sometido por más de treinta años a una de las más férreas tiranías de nuestra América. Ahora, después de pasadas varias décadas de su muerte, quizás sea una excelente oportunidad para valorar su poesía y colocarla en su justo lugar como obra literaria. Después de agradecerle sus aportes y los sacrificios que la llevaron al exilio, hay que afrontar la valoración que sus textos ameritan
Escritora, periodista, feminista y poetisa romántica. Firmó sus trabajos literarios con sus nombres de pila, sin utilizar sus apellidos. Estudió en la Escuela Salomé Ureña. Completó algunos cursos en la Universidad de Santo Domingo, antiguo nombre de la hoy Universidad Autónoma de Santo Domingo. Colaboró tanto en Los Nuevos como en La Poesía Sorprendida. Emigró hacia Puerto Rico en el 1950 en calidad de exiliada, por las persecuciones políticas a que fue sometida por el gobierno del entonces dictador Rafael Leónidas Trujillo Molina por su rebeldía contra el régimen despótico; en esa hermana nación escribe gran parte de sus obras, algunas de las cuales fueron presentadas por la radio y la televisión puertorriqueña en el que también fue directora de la revista Ventanas. A la caída de Trujillo, fue nombrada Embajadora Alterna  en las Naciones Unidas y posteriormente Representante Alterna en el Consejo de la OEA Presidenta de la Comisión Interamericana de Mujeres (CIM) de la OE y Delegada de la República Dominicana en la Junta Directiva de UNICEF. Fue la representante del país en congresos sobre liderazgo y capacitación femenina en diversos países de Latinoamérica, como Colombia, Perú y Brasil.
En su poesía se percibe dolor, soledad y angustia. Fue una mujer valiente que enfrentó la tiranía trujillista y se de los derechos civiles y políticos de todas las ciudadanas del mundo. El hombre tras las rejas es un extenso monólogo donde plasma lo desgarrador del gobierno del sátrapa dictador al que combatió con tesón.

CANTO AL SOLDADO INMINENTE.

¡En marcha!  ¡En marcha!
Aprieta el ronco fusil entre tus manos
y clava tus dos pies en la carne oprimida de la tierra.
Echa raíz. Encajate. No vuelvas la mirada atrás.
¡Sigue adelante!
Esa tierra es tuya. Reconócela y en marcha
Destaja el monte. Cierra el paso al torrente.
Despeña los picachos. Vuelca el río.
Aplasta la alimaña. Coge una flor, besala y sigue. 
¡En marcha! ¡En marcha!
Húndete en la maleza. Deseca los pantanos.
Quiébrale la cintura a la montaña.
Clávale las espuelas a la noche.
Cercénale la voz a las lechuzas y adelante.
¡En marcha! ¡En marcha!
Agárrate a los flancos del barranco.
Trepa, corre, descuelgate.
Salta, arrastrate, sube.
Que te sangran los pies?
Tus manos están sangrando desde siempre
por las heridas de los clavos.
¡En marcha! ¡En marcha!
Allí están ellos. Cientos. Miles.
La fuerza bruta de los energumenos.
La fuerza vil del oro que corrompe.
La fuerza que levantan los tiranos del mundo
para escudar su carapacho sórdido.
¡En marcha! ¡En marcha!
Allá están ellos. Cientos. Miles.
Tu soldado inminente, endurece los dedos
sobre el fusil.  Apunta.
Ya se que no es para el fusil que se hicieron tus manos.
Eres el soldado casual. Soldado de ocasión ,
forjado para un dia, para una hora, para un suceso.
El soldado preciso, ineluctable e inminente.
Y estas ahí para cumplir el voto
de los que amaron la justicia
más allá de la carne y de la sangre
de los que duermen ya debajo de la tierra
con los ojos abiertos de esperanza.
Estas ahi para vengar a nuestros mártires.
¡En marcha! ¡En marcha!
¡Adelante, soldado del rescate!
Beso tu mano así cerrada
sobre un fusil que no esta hecho a la medida
de tu mano pacífica y amable.
Ahí  frente a los brutos, mi corazon esta contigo,
y mis dedos se cierran en tus dedos
y te grito al oído: viva la libertad hermano.
¡En marcha! ¡En marcha!
Todo un pueblo que sufre nos espera.
¡En marcha ya, soldado del rescate,
inminente y preciso!
¡En marcha! ¡En marcha!