
Ellos, con más estrellas en la frente que balas en sus cargadores, ofrecieron una de las mayores demostraciones de coraje, decoro y dignidad que ha protagonizado la juventud dominicana a todo lo largo de su discurrir histórico.
Estos dirigentes de la izquierda revolucionaria: Amaury Germàn Aristy, Bienvenido Silveira Leal Prandi (la chuta), Ulises Arquímedes Ceròn Polanco y Virgilio Perdomo Pérez, conocidos como Los Palmeros, murieron victimas del intenso e inmenso fuego al que se vieron sometidos, luego de un forzoso y desigual combate, escenificado en el kilómetro catorce (14) de la avenida Las Américas de la ciudad de Santo Domingo contra el soporte de la represión y el terror balaguerista.
Y más aún, cuando Germán Aristy y Virgilio Perdomo Pérez, solos, produjeran todas las bajas, ya que sus compañeros, Bienvenido Leal Prandy (La Chuta) y Ulises Cerón Polanco, fueron asesinados sin que pudieran usar sus armas antes de la salida del sol.
Los atacaron por tierra y aire, en una lucha desigual y sin precedentes en la vida del país.
El entonces secretario de las Fuerzas Armadas, contralmirante Ramón Emilio Jiménez, declaró al área de combate como “zona de Guerra” y desplegó los 2,500 hombres en armas. El saldo fatal sumó 12 muertos y 7 heridos.
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