No hay un limite infranqueable ni siquiera preciso entre la penetración y el genocidio cultural, sino una cuestión de volumen de fuego: la penetración cultural es en suma la primera etapa del genocidio.
La consigna de arrasar, destruir, quemarlo todo para retrotraer a los pueblos de su rica y noble tradición cultural significa llevarlo a la edad de piedra .
significa pues, el genocidio: destruir la vida y los medios de vida del pueblo, hacer desaparecer la resistencia exterminando la población, pero es, igualmente la destrucción de los valores, la degradación resultante de la quiebra moral del envilecimiento de las costumbres, la reactivación de las tradiciones caducas para desnaturalizar la cultura y conducir a la desintegración nacional y la despersonalización.
Es al fin y al cabo destruir las instituciones políticas, sociales y culturales, el lenguaje, los sentimientos nacionales, la religión, la existencia económica de los grupos nacionales y destruir la seguridad del individuo, la libertad, la salud y la calidad de vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario