martes, 14 de agosto de 2007

ESCUELA NUEVA, COMUINIDAD Y ANIMACION SOCIO CULTURAL

Una nueva educación debe fomentar la participación de la comunidad en la escuela, sentando las bases para que los padres de familia, los trabajadores y otros grupos de la comunidad se interesen por el proceso educativo e intervengan activamente en la marcha de las escuelas participando aún en la elección de políticas de las mismas. Como se ve, esto nos remite al concepto de escuela abierta, entendida en el sentido de que los muros físicos son una mera delimitación espacial y que en realidad la escuela no es más que una parte especializada y formal de la comunidad. La relación centro educativo-comunidad se fundamenta en la comunicación o interacción de la escuela con la comunidad y contribuye a que el proceso de aprendizaje sea socialmente relevante. para que esto ocurra conviene utilizar los conocimientos de varias ciencias y disciplinas sociales y humanísticas, como son la sociología, pedagogía, psicología social, antropología, artes, música y literatura, que son el basamento teórico de la animación socio-cultural y que favorecen desde las diferentes áreas el nuevo currículum. Es preciso considerar también la cooperación de la escuela con todas las instituciones intermedias que se escalonan entre el hombre con su comunidad familiar, y el Estado con su comunidad nacional. Además, los sujetos de la comunidad se convierten en agentes importantes de su desarrollo educativo, económico y cultural. En esta dimensión interactúan alumnado, juntas de vecinos, líderes comunitarios, clubes barriales, organizaciones populares, sindicales, iglesias, ayuntamientos, etc., integrados para apoyar el centro educativo. Así todos juntos enfrentan la problemática de la vida académica, es decir, la aplicación y evaluación de políticas educativas y prácticas pedagógicas, mediante comités consultivos. A través de estas instituciones intermedias, la comunidad puede y debe contribuir con el esfuerzo educativo público. Todas estas instancias son legítimas y respetables en tanto y en cuanto implican un acto libre de elección y pertinencia. Sólo resultan nocivas si constituyen fuente de privilegios, discriminación, negocios o instituciones lucrativas. Lo dicho implica que los planteles particulares, que han venido realizando una importante labor, deben participar activamente como un esfuerzo y aporte de la comunidad en el proceso de renovación de la educación dominicana en todos los niveles. En una política de transformaciones estructurales la educación debe ir unida a una definida política científica, tecnológica y cultural para poder realizar saltos cualitativos en la curva de desarrollo, de tal manera que su aproximación a la curva progresivamente ascendente del desarrollo de los países adelantados sea más acelerada y por ende, haga desaparecer la relación dominación-dependencia. Pues la escuela preparará a los hombres y mujeres que han de vivir mañana en una nueva comunidad dominicana, de tal manera que puedan integrar esa nueva sociedad justa, humanista y libre que estamos decididos a formar. Debe hacerse comprender a los educandos que el crecimiento económico no bastará si cada uno de ellos continúa menoscabando éticamente, que el hombre como tal es el artífice de su desarrollo personal y comunitario, y que la forma como este desarrollo se realice dependerá de los valores que elija y de la decisión que tome de conformar según ellos su vida. La formación cívica del educando debe prepararlo para la transformación estructural que ha de producir la auténtica sociedad que el país necesita, sentando a su vez las bases de un sólido espíritu nacionalista que lo comprometa con todas las tareas que se realicen en el país para promover y defender su desarrollo integral. En el nuevo currículum de la educación dominicana, la inclusión de la animación socio-cultural en la escuela es un imperativo, empero, hay que reconocer que la integración de estas prácticas en nuestro rígido modelo escolar, significa una reorganización de la enseñanza de arte, literatura, lengua española, educación física, matemática, ciencias naturales, ciencias sociales, etc., que no pueden ser enfocadas con criterios de mera transmisión de conocimientos, sino dinamizando la creatividad y la participación colectiva de la escuela en su integración con la comunidad. La escuela y la comunidad en un programa socio-cultural han de tomar en cuenta aspectos como : • Conocer a través del proceso de investigación participativa las necesidades de la comunidad, contactando sus instituciones, organizaciones y grupos. • Promover la producción y participación cultural de los escolares a través de diversas formas, entre las que se pueden mencionar : - Círculos de estudios en ciencias sociales, ciencias naturales y matemáticas, coros de canciones y poesías, talleres literarios, grupos ecológicos, etc. - Desarrollar iniciativas de interacción, como "los pueblos y los barrios cuentan su historia", donde los escolares y miembros de la comunidad se reúnan para tratar acerca de la historia de ese lugar, a partir del relato de los mayores. Este tipo de actividad reforzaría áreas como historia, geografía, lengua española y ciencias de la naturaleza, a través de cuentos, poesías y pequeños ensayos, para mencionar sólo algunas de las posibilidades. Proyectar en la escuela las manifestaciones culturales de naturaleza popular a fin de fortalecer la identidad y poner en contacto a los estudiantes con los saberes de su entorno social, así como un conjunto de actividades que permitan observar y participar en eventos y fiestas de las comunidades: • Programa cultural dentro del calendario escolar. • Muestras y festivales interescolares representativos de los saberes y formas culturales de la comunidad. • Excursiones y paseos. • Exposiciones. • Convivencias entre la escuela y los representantes de la comunidad. • Encuestas y posteriores estudios para detectar necesidades, demandas e intereses de la comunidad como paso previo al diseño, planificación y ejecución de un programa de acción comunitaria, etc. La práctica democrática ya esbozada a través de la participación crea en las escuelas las bases para nuevos sujetos emancipados cuyas características deben ser, la de sujetos libres con concepciones de la realidad no impuestas por la tradición ni los medios de comunicación masivos, sino a partir de sus propias experiencias con respecto a la realidad, pues la pasividad sólo conduce al reforzamiento del conservadurismo y apatía, con criterios críticos y autocríticos propios que deben emitirse en libertad a fin de superar en el plano personal las diferencias, pues la acción debe ser guiada por la reflexión y el pensamiento y no sólo por la emotividad. En resumen, la nación dominicana debe encaminarse a un desarrollo de su capital cultural, visto no sólo como bellas artes y espectáculos, sino como modo de vida en el cual la identidad cultural sea principio y la democracia cultural búsqueda de un mejor vivir, una meta. Es un hecho de inequívoca verdad que la escuela de nuestros días, tal como está generalmente concebida y organizada, es un organismo inadaptado a nuestro tiempo, clara o vagamente se considera que la escuela no responde en sus resultados a las necesidades de la vida actual, no realiza como sería a desear, una función normal de formación de los hombres y mujeres de hoy para la vida de hoy, ni mucho menos para la adaptación a las condiciones de la vida compleja y cambiante de nuestros días. Los señalamientos del Plan Decenal caracterizando la actual situación escolar no pueden ser más explícitos: "La escuela dominicana no garantiza a los niños y los jóvenes la construcción de los conocimientos, valores y actitudes que requieren para su desarrollo multifacético, como sujetos libres, activos, críticos y conscientes para el mejoramiento permanente de su calidad de vida, la de su comunidad y sociedad". Pues el carácter de la escuela, el carácter de la educación, está en gran medida influido por el carácter y el espíritu de la sociedad que la mantiene. Entonces nos vemos en la imperiosa necesidad de reprobar la enseñanza formal, memorista, verbal, de nociones escolares previstas en programas de mera previsión informativa, desligada de los factores reales de la vida. El remedio está en cambiar gallardamente la enseñanza, de verbal en experimental, de retórica en científica para devolver al estudiante su inteligencia y cualidades.

1 comentario:

Iarmaster dijo...

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